Los
secretos de abanicarse
Elena Milián
Salaberri (AIN)
Fotos
Carlos Canovas
Práctica
elegante y fácil de apreciar en latitudes tropicales, el acto de abanicarse
usado desde la antigüedad acoge todo un lenguaje que reta a los más avezados
decodificadores de mensajes.
Surgido
en el Japón antiguo, miles de años Antes de Nuestra Era (ANE), el abanico
devino instrumento de comunicación ideal en los siglos XIX e inicios del XX,
cuando las jóvenes acudían a los bailes bajo la tutela de sus madres o de una
señorita de compañía, para velar por su comportamiento.
Entonces,
las muchachas idearon un medio para hacerse entender con los pretendientes sin
que las demás personas percibieran ese interés, surgiendo así un repertorio que
iba desde las sonrisas ingenuas, hasta auténticas declaraciones de enamorados,
con ayuda de los abanicos.
María
del Carmen García, una amiga de la infancia, y poseedora de una notable
colección de tales accesorios, asegura que, además de esa regla general, había
ciertos gestos con significado ya conocido por todo el mundo.
Precisó
que abanicarse rápidamente significa “te amo con sinceridad”; lentamente o de
forma pausada, significa: “ soy una señora casada y me eres indiferente”;
mientras cerrar despacio es un “Si”.
Si
se abre y cierra rápidamente significa, \"Cuidado, estoy comprometida” y
cerrar rápidamente y de forma rápida y airada constituye un \"No\",
recordó.
Por
otra parte, la oralidad popular agrega que sostener el abanico con la mano
derecha delante del rostro, expresa: sígame; con la mano izquierda delante del
rostro: busco conocimiento; mantenerlo en la oreja izquierda: quiero que me
dejes en paz; dejarlo deslizar sobre la frente: has cambiado, y moverlo con la
mano izquierda: nos observan.
Apoyarlo
sobre la mejilla derecha, trasluce un sí; en
la mejilla izquierda: no; en los labios: bésame; abrirlo y cerrarlo:
eres cruel; dejarlo colgando: seguiremos siendo amigos; abanicarse despacio:
estoy casada, y deprisa: estoy prometida. Estos son algunos ejemplos.
El
abanico es un instrumento hecho de dos partes: el país, la parte de la tela, y
la baraja, que es la plegable y rígida.
Útil
para refrescarse cuando se está en algún ambiente caluroso; se empleó en el
antiguo Egipto; pero ya en el siglo V antes de Cristo los griegos lo adoptaron
a los servicios domésticos.
El
abanico plegable fue inventado en China en siglo VII y llevado a Europa en
siglo XV por los portugueses. Así empezaron sus siglos de oro, hasta
convertirse en un objeto de arte, dado que la baraja siempre fue decorada con
incrustaciones; y el país, con las plumas, la tela y los calados.
Con
el tiempo el accesorio ganó en orlado y belleza e incluso dejó de ser prenda
típica femenina para ser llevado también por los hombres; en tanto su uso
comunicacional se atesora en memoria de tiempos contrastantes con la bienvenida
emancipación de la mujer actual.
Sin
embargo, muchas consideran oportuno conocer esos signos para saberse dueñas de
un código hoy casi olvidado.
Preparada |
Discreción |
Lista |
Feliz |
Enamorada |
Precavida |
Realizada |
Una Ayudita no viene mal |
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